Cables subterráneos
Entendemos por cables subterráneos aquellos que se instalan debajo del nivel de la tierra. Estos cables pueden ir entubados o no.
En caso de ir entubados, las características no difieren mucho de los cables que van entubados en otros lugares. Quizá solo haya que tener en cuenta los ataques de los roedores como una posibilidad cierta.
Los cables se pueden tender a mano o neumáticamente. En tiradas largas se suele emplear el tendido neumático, conocido como “blowing system”.
Básicamente se trata de utilizar un motor hidráulico para traccionar del cable, mientras inyectando aire a presión por la canalización al mismo tiempo, logramos que el rozamiento entre el cable y el conducto disminuya y la operación sea sencilla y rápida. Es decir, no lanzamos el cable con aire comprimido, el aire solo facilita el deslizamiento.
Este sistema se utiliza cuando se instalan tramos verdaderamente largos, de más de 1 km, en los que pretender hacerlo sin esta ayuda complicaría de forma importante el tendido.
EL material de la instalación se debe prever para este sistema. Es decir, debe haber una adecuada relación de tamaño entre el conducto y el cable, el cable debe ser más bien rígido de lo que se utilizaría en otras circunstancias, y debe garantizarnos una robustez mecánica suficiente.
Por otra parte, es preciso tener en cuenta que la temperatura de salida del aire del compresor es muy alta, en torno a los 80ºC o más. O bien se tiene en cuenta este aspecto a la hora de elegir el cable o, lo más frecuente, se dispone un enfriador de aire a la salida del compresor.
Frecuentemente para instalaciones de este tipo se utilizan cables del tipo PkP, es decir, de doble cubierta con refuerzo de aramidas entre ambas (polietileno-kevlar-polietileno). El refuerzo de aramidas confiere una resistencia a la tracción suficiente y las cubiertas garantizan la durabilidad durante y después del proceso de soplado.
Es posible que los cables de fibra vayan enterrados directamente, sin ir alojados dentro de una canalización. Esto se da, con frecuencia, en despliegues en mitad de ninguna parte, como los cables que unen entre sí los generadores de un parque eólico. Simplemente se hace una zanja, se mete el cable y se cubre con la misma tierra. El coste de una zanja completa sería mucho mayor que el coste del cable por metro, por lo que es un sistema que, si el cable es de buena calidad, permite un ahorro importante.
En este caso, los cables, que reciben el nombre de “direct buried” tienen las cubiertas algo más gruesas y están dotados de armadura metálica, lo que los protege mecánicamente de agentes externos y de los roedores. En caso de que estemos trabajando en suelos extremadamente ácidos deberá ser tenido en cuenta.