Cables submarinos
Si preguntamos en la calle como viajan los datos entre Europa y América o Asia, la mayoría nos contestarían que lo hacen vía satélite. La realidad es otra, el 98% de los datos que se transfieren entre continentes lo hacen a través de cables submarinos.
Existe una enorme red de cables que garantizan de forma redundante este servicio.
La capacidad de transmisión de estos cables es absolutamente brutal, en 2022 se ha inaugurado un cable de 6.600 km de largo, propiedad de Google, tendido entre la playa de Sopelana en Vizcaya y Shirley en el estado de Nueva York.
El cable tiene unos 20mm de diámetro y 16 pares de fibras en su interior. La capacidad del cable es 340 millones de Tbits/sec. Tal es su capacidad de transmisión que podría soportar que cada español transmitiera 2.000 videos de forma simultánea. De estas capacidades estamos hablando.
Los cables submarinos son finos, de unos ocho centímetros de diámetro, y están llenos de filamentos del ancho de un cabello humano. Pueden ser cortos, como el que discurre entre Irlanda y Reino Unido. O muy largos, como los que conectan Asia con Estados Unidos, de más de 16 000 km.
Se lanzan mediante barcos especializados para realizar este trabajo, que además cuentan con la capacidad para reparar los equipos dañados. Son embarcaciones de aproximadamente 145 metros de eslora y que pueden transportar 8.500 toneladas de cables, además de barcos auxiliares más pequeños y robots. Durante la instalación, los navíos pueden permanecer en alta mar durante 40 días seguidos aproximadamente.
Además el cable en las zonas próximas a la costa, donde los riesgos son mayores, va enterrado en el fondo marino. Por tanto necesitan una estructura y materiales que aseguren la durabilidad del cable.
Las distancias son tan largas que, para suplir las atenuaciones debidas a la longitud del cable, se deben prever amplificadores de señal intermedios.
En el mundo hay más de 400 cables submarinos, los más largos, de unos 20.000 km unen USA con diferentes zonas de Asia.
Los cables submarinos tienen varias características que los hacen algo especiales. Es un cable multicapa, en el caso del cable que hablamos, de 8 capas:
El primer cable submarino de fibra óptica transcontinental se desplegó entre USA, Gran Bretaña y Francia en 1988, el proyecto se llamó TAT-8 y estuvo en servicio hasta 2002.
Permitía conectar simultáneamente hasta 40.000 líneas telefónicas, con una tasa de transmisión de 300 Mbit/segundo, menos de la tercera parte de la tasa de transmisión que hoy tenemos en nuestros hogares.
Este cable operó durante 14 años y en el 2001 el TAT-14 ya contaba con 3,2Tb. Cuatro veces más capacidad en 12 años.
A modo informativo, cabe recordar que en 1995 la transmisión de datos de comunicaciones se realizaba en un 50% a través de cables submarinos y el otro 50% utilizando satélites. Actualmente, esto cambió completamente: los cables representan el 95%.
Los primeros cables submarinos en España fueron desplegados por Telefónica, en colaboración con la norteamericana AT&T, a finales de los 80 para dar servicio a las Islas Canarias, posteriormente se cubrieron las Baleares y se unió Almería con Melilla.
Al llegar a los continentes, los cables se conectan a las estaciones, que regeneran la señal óptica, la separan en canales y luego la distribuyen a los consumidores finales.
En Keynet Systems disponemos de nuestro propio laboratorio de fibra óptica y gracias a ello desarrollamos productos a la medida que requieren nuestros clientes. Desde ahí realizamos fabricaciones propias para diversos proyectos cómo latiguillos y mangueras de fibra especiales.
Cables de fibra SM y MM construidos en fibra holgada, ajustada, riser o flexibles para soplado. Cubiertas para uso en interior de edificios con altos niveles de CPR B2ca o en exterior para instalación en fachadas, canalizaciones, enterrados directos a suelo (burial), soplados y aéreos.