Los grados de protección IP

Entendemos por índice de protección (IP) de una envolvente un código de dos dígitos, de los cuales el primero está asociado a la protección ante la entrada de sólidos (polvo, insectos, etc) y el segundo está asociado a la protección ante la entrada de agua u otros líquidos.

Así el primer dígito puede tomar los valores de 0 a 6 siguiendo esta tabla:

Nivel de protección contra sólidos	Protección contra
0	Sin protección.
1	Objetos con un diámetro superior a 50 mm
2	Objetos con un diámetro superior a 12,5 mm
3	Objetos con un diámetro superior a 2,5 mm
4	Objetos con un diámetro superior a 1 mm
5	Protección frente al polvo.
6	Protección total frente al polvo.

Análogamente, la protección contra la entrada de agua/líquidos sigue esta tabla:

Nivel de protección contra líquidos	Protección contra
0	Sin protección.
1	Goteo de agua desde 200 mm de altura respecto del equipo, durante 10 minutos (a razón de 3-5 mm³ por minuto).
2	Goteo de agua durante 10 minutos (a razón de 3-5 mm³ por minuto). Cuatro pruebas, una por cada giro de 15° tanto en sentido vertical como horizontal, partiendo cada vez de la posición normal de trabajo.
3	Agua nebulizada en un ángulo de hasta 60° a derecha e izquierda de la vertical a un promedio de 11 litros por minuto y a una presión de 80-100 kN/m² durante al menos 5 minutos.
4	Chorros de agua a un promedio de 10 litros por minuto, una presión de 80-100 kN/m² durante 5 minutos como mínimo.
5	Chorros de agua desde una boquilla de 6,3 mm de diámetro, a un promedio de 12,5 litros por minuto, presión de 30 kN/m² durante al menos 3 minutos y a una distancia de 3 metros o superior.
6	Chorros muy potentes de agua. Agua arrojada a chorros por una boquilla de 12,5 mm de diámetro, a razón de 100 litros por minuto, a una presión de 100 kN/m² durante no menos de 3 minutos y a una distancia que igual o mayor a 3 metros.
7	Inmersión completa en agua 1 metro de profundidad durante 30 minutos.
8	Inmersión completa y continua en agua a la profundidad y durante el tiempo que especifique el fabricante, siempre que las condiciones sean más duras que para el valor 7.

Existe un nivel 9K de reciente creación que considera chorros de agua a alta presión. No nos atañe en este momento.

Así, cuando vemos un requerimiento para una envolvente encontramos un IP de dos dígitos, por ejemplo, IP55.

Esto significa que no pueden entrar partículas ni siquiera de tamaño menor de 1 mm y que no entra agua a no ser que haya 12.5 litros/minuto a fuerte presión, más de 3 minutos, etc. Por ejemplo, si llueve una lluvia normal, no entra agua. Y normalmente este es el dato que nos interesa. Una envolvente simplemente a la intemperie, debe ser, al menos, IP55.

En la práctica, entendemos que un sistema IP55 es lo que llamamos coloquialmente “estanco”. Estos son los requerimientos que nos vamos a encontrar normalmente en exteriores en una instalación de fibra. A estos efectos, instalaciones en garajes, almacenes, etc…, se suelen entender que necesitan IP55 también, por si hay humedades, por ejemplo.

Una envolvente que no se coloca en un poste o una fachada, sino en una arqueta puede ocasionalmente inundarse y es por eso que el requerimiento será IP68. Este índice de protección es, en realidad, definido por el fabricante. Pero la norma nos apunta que es siempre mejor que IP67, que ya se otorga a envolventes sumergibles, aunque por poco tiempo.

Las envolventes IP68 son mucho más robustas, cuentan con juntas de neopreno, cierres a presión, etc. Esto hace que sean, en general, más caras. Por tanto, es importante ajustar los requerimientos a las necesidades reales. Montar una caja IP68 donde es suficiente con una IP55 supone un coste mayor del que no hay retorno.

En cualquier caso, es importante que el fabricante con cuyo material trabajas tenga en su programa una gama amplia de envolventes para resolver diferentes situaciones en diferentes escenarios.